Tikkun Global
Jerusalem, Israel
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La frase más famosa de la oración más famosa de la historia es simplemente: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el Cielo, así también en la tierra”- Mateo 6:10. Esta es también nuestra mayor prioridad y la definición más básica del reino de Dios. ¿Realmente queremos decir lo que decimos cuando hacemos esta oración?
El reino tiene un origen: El cielo.
El reino tiene una dirección: Venir.
El reino tiene un destino: La tierra.
El reino tiene una alianza: Dios y el hombre.
El reino tiene una armonía: El cielo y la tierra.
Factor principal
Solo hay un factor variable en esta ecuación: la voluntad humana. Si oramos para que se haga la voluntad de Dios, es aparente que la mayor parte del tiempo, su voluntad NO se está haciendo.
Por lo tanto, la oración del reino de Dios exige una acción específica: cada uno de nosotros tiene que cambiar (arrepentirse). Sometemos nuestra voluntad a la de Dios (la cual es siempre buena y benevolente).
Yeshúa nos dio el ejemplo perfecto en su propia oración del Getsemaní: “No sea mi voluntad sino la tuya” – Mateo 26:39. Esto requiere un aspecto bastante desagradable: negarnos a nosotros mismos. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo…” – Mateo 16:24. Nuestros deseos egoístas están más inclinados a “complacerse” que a “negarse”.
¿Creemos que la oración de Yeshúa para la venida del reino de Dios realmente tendrá lugar algún día? ¿que la voluntad de Dios será hecha en la tierra? Si es así, ¿qué aspecto tendría?
Visión fundacional
Isaías 2:2-4 – Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes…. y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová…. y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
Esta es la visión fundacional de los profetas israelitas del reino de Dios sobre la tierra. Las últimas palabras de la visión de Isaías están escritas sobre la pared de las Naciones Unidas (¡¡con las omisiones sobre Dios y Jerusalén!! Creemos en la paz mundial; tenemos un plan para la paz mundial. La visión de Isaías es la primera y principal visión de la paz mundial para toda la humanidad.
Cada reino tiene un rey (Isaías 9:6); cada gobierno tiene una capital (Isaías 2:3; 62:1, 7). El rey del reino de Dios será Yeshúa; la capital de la ciudad será Jerusalén (Salmos 2:2-6). Habrá una sociedad internacional de paz y prosperidad (Miqueas 4:1-4). Prevalecerá la justicia social (Isaías 1:26; Amós 5:24). Existirá una armonía completa entre Dios, el hombre y la naturaleza (Isaías 35:1-2). Incluso los animales vivirán en paz (Isaías 11:6-7; 65:25)..