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Destino de las Naciones Latinoamericanas




Destino de las Naciones Latinoamericanas


Llegué a la fe en América Latina (Nicaragua, Guatemala) en 1978. Nuestro reciente viaje a Argentina fue la primera vez que volví después de 45 años. Fue un momento de humildad y muy conmovedor. Nuestro equipo vino de Israel con un profundo amor por el pueblo Latinoamericano y un mensaje sobre el cumplimiento de su destino nacional.


Primera parte: Destino individual


Las Escrituras dicen que Dios tiene un destino maravilloso para cada persona. Ese destino se cumple a medida que cada persona es hecha conforme a la imagen de Yeshua (Jesús).


Romanos 8:28-30 RVR1960
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de Su Hijo, para que EL sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.”

Dios tiene un plan glorioso para tu vida. Ese plan comienza cuando eres llamado a Su propósito. El propósito de Dios es lo que llamamos el "reino de Dios".


Cuando te sometes al plan de Dios, entonces todas las cosas comienzan a trabajar juntas para tu bien. La frase "trabajar juntas" aquí en griego es synergeo. Todas las cosas sinergizan para tu bien.


Cuando te sometes al Reino de Dios, estás alineado con Dios. Este alineamiento produce sinergia. Cuando la pelvis y la columna vertebral están alineadas correctamente con la cabeza, entonces tu cuerpo es libre para moverse y estar activo. Si el alineamiento en el cuerpo no es correcto, hay dolor y parálisis (o restricción de movimiento).


El plan es que te vuelvas como Yeshua: que seas conformado a la imagen de Yeshua. Él es EL Hijo de Dios. Nos convertimos en hijos de Dios, siguiéndolo a El. Algunos de nuestra pueblo Judío dicen que creen en Dios, pero no creen en Yeshua como el Hijo de Dios. Pero para convertirnos en hijos de Dios, debemos ser conformados a la imagen del Hijo. Si no vemos la conexión con Yeshua, entonces nosotros mismos no podemos cumplir nuestro destino como hijos de Dios. Negarlo como el Hijo de Dios es negar nuestro propio destino de ser hijos e hijas de Dios.


La transformación para ser hijos de Dios se produce en cinco etapas:

  1. Conocido

  2. Predestinado

  3. Llamado

  4. Justificado

  5. Glorificado

El plan de Dios para tu vida es, en última instancia, ser glorificado. Tu vida es un proceso que avanza hacia ese objetivo. Dios te conoce. De hecho, Él te "conocía". La palabra para conocía en griego es proginosko. Hay tres personas descritas como conocidas por Dios. El primero es el propio Yeshua (I Pedro 1:20). El segundo eres tú, o cualquiera, que elija someterse al plan de Dios (Romanos 8:29).


Segunda parte: Destino Nacional


Sin embargo, hay un tercer conocio. Esta no es una persona individual, sino una nación. Es la nación de Israel.


Romanos 11:1-2
“Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a Su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a Su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:”

El Apóstol Pablo, quien escribió que eres conocido como un hijo de Dios, también escribió en la misma epístola que el pueblo de Israel es conocido por Dios. Aquí está hablando de Israel como una nación que todavía no ha aceptado a Yeshua. Pero Dios "conoce" que esto pasará.


Gran parte de la Ley y los Profetas describen la historia y el destino de Israel. No hay otra nación cuyo destino se describa de tal manera. Por lo tanto, la nación de Israel sirve como un "patrón" de cómo Dios trataría con cualquier otra nación.


Yeshua es la única forma de que una persona sea conforme a la imagen de Dios porque Él es la única persona que es la imagen completa de Dios. Israel es la única nación por la cual una nación puede ser conformada al destino de Dios, porque Israel es la única nación descrita de forma tan completa en la Biblia. No hay otro patron.


Yeshua es el Hijo de Dios (Juan 1:12) y el Rey de Israel (Juan 12:13). Para ser conformado a la imagen de Dios como individuo, tienes que creer en Yeshua como el Hijo de Dios. Para que una nación cumpla su destino, debe haber una conexión de fé al patron de Israel como nación.


Yeshua es el Hijo de Dios, el Rey de Israel y la Cabeza de la Ekklesia (Efesios 1:22). Tu destino personal, el llamado de Israel y la plenitud de la Ekklesia están conectados entre sí por pacto. Yeshua, Israel y la Iglesia están unidos juntos en el plan de Dios.


Tercera parte: Historia de los imperios mundiales


Existen siete imperios descritos en la historia de la Biblia:


  1. Egipto

  2. Israel

  3. Asiria

  4. Babilonia (Irak)

  5. Persia (Irán)

  6. Grecia

  7. Roma


Cada imperio tenía sus puntos altos y sus puntos bajos. Cada uno tuvo momentos de gran gloria y poder. Cada uno tuvo momentos de caída a causa del pecado. En cada caso, había una conexión de pacto con Israel y el plan de Dios.


Egipto fue glorificado en el libro del Génesis y destruido en el libro del Éxodo. El Génesis fue la buena temporada con un buen Faraón y grandes bendiciones. En ese momento, José era el primer ministro de Egipto y el pueblo de Israel era bienvenido. En la época de Moisés, había un Faraón malvado. Los Egipcios mataron a los niños Israelitas. En la época de Moisés, juicios horribles vinieron sobre Egipto.


Israel fue el próximo gran imperio. Cuando David fue rey, había justicia. Cuando Salomón fue rey, había enorme bendición y gloria. Pero entonces Salomón pecó. En la época de Roboam y Jeroboam, la nación se dividió en dos y finalmente fue destruida y exiliada. Cuando Israel estaba en el apogeo de su reino, había tratados de paz con sus vecinos Arabes. El reinado pacífico y glorioso de Salomón es una imagen parcial de cómo será el reino del Mesías en la tierra.


Asiria fue el tercer reino. Comenzó a ser bendecido cuando la gente se arrepintió en el tiempo de Jonás. Creían en el Dios de Israel al tiempo que Israel estaba pecando y volviéndose contra Dios. Debido al arrepentimiento nacional, crecieron hasta convertirse en un gran imperio. En la época de Isaías, conquistaron y exiliaron a Israel. Pero luego crecieron hambrientos de poder y maldad. En el reinado de Ezequías, atacaron a Judá y fueron destruidos por el Ángel de YHVH (Isaías 37:36).


Luego vino Babilonia. Eran un gran imperio durante el tiempo en que Daniel era primer ministro de la nación. Cuando pecaron, también fueron destruidos.


Luego vino Persia. Fue un gran imperio durante el tiempo en que Mardoqueo era primer ministro (y Ester era reina). Financiaron la restauración de Israel y Jerusalén durante la época de Esdras y Nehemías.


Luego vino Grecia. Cuando Grecia conquistó Israel, compilaron y tradujeron la Biblia. El primer Antiguo Testamento completo se llamaba la Septuaginta en forma Griega. Esto abrió el camino para la escritura de los evangelios. Los evangelios fueron escritos por Judíos Israelíes de habla Hebrea en el idioma Griego. Por lo tanto, la Biblia pudo difundirse por todo el mundo.


Luego vino Roma. Roma era el imperio en la época del nacimiento de Yeshua y de todos los acontecimientos del Nuevo Pacto. El libro de los Hechos comienza en Jerusalén y termina en Roma. El idioma de Roma era el Latín. El Latín evolucionó a Italiano, Francés, Español y Portugués. Latinoamérica es, en cierto modo, una extensión de los inicios del imperio Romano.


El pueblo Judío fue expulsado de España en 1492 y de Portugal en 1498. Esto sucedió al mismo tiempo que la colonización de America. Es probable que muchos de los primeros inmigrantes a América Latina fueran Judíos que huían en barcos desde España y Portugal.


La expulsión de los Judíos fue el resultado de la Inquisición. La Inquisición era una Corte de la Iglesia contra "Conversos" -- un pueblo Judío que se había convertido (en su mayoría forzado, algunos voluntariamente), pero que seguían manteniendo las tradiciones Judías. La inquisición no se trataba de obligar a los Judíos a convertirse o del antisemitismo en general. (Ambos temas son importantes por sí solos). La inquisición fue para detener la práctica Judía entre los conversos. Lo que nosotros diríamos es para detener el "Judaísmo y a Jesús".


La historia y las implicaciones de la Inquisición son demasiado complejas para discutirlas aquí. Basta con decir que hay una esperanza de revertir esa maldición atravez del amor y la cooperación entre los verdaderos creyentes Cristianos en América Latina y los Judíos Mesiánicos de Israel. Si se elimina esa raíz maligna, la Iglesia Latina será libre para ser restaurada, y habrán mejores relaciones con el pueblo Judío.


Cuarta parte: Mensaje del Reino de Dios


Muchos de los países de América Latina han experimentado un avivamiento. Sin embargo, esos avivamientos no han llevado a una restauración nacional más completa. El Avivamiento comienza con el arrepentimiento personal y la salvación. Esto debería conducir a la reforma dentro de la Ekklesia; lo que debería conducir a la restauración de la sociedad que nos rodea.


El primer mensaje de Yeshua y los discípulos fue "Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:3, 4:17, 10:7). Este es también el último mensaje, ya que Yeshua dijo que "Este evangelio del reino debe ser predicado en todas las naciones, y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:14).


El reino de Dios es el plan completo de Dios de principio a fin. La Justicia en la Ecclesia trae una influencia de justicia en todas las áreas de la vida.


Eso incluye estas siete dimensiones:

  1. Justicia social

  2. Gobierno Justo

  3. Igualdad racial

  4. Cambio ambiental

  5. Bienestar económico

  6. Reforma religiosa

  7. Paz mundial

El plan de Dios es un mundo perfecto con personas perfectas. El ahora está trabajando en cambiar el corazón de las personas para que ese mundo perfecto venga. No puede haber un mundo perfecto ahora. Eso solo pasará cuando Yeshua regrese y gobierne la tierra.


Si bien, no puede haber un mundo perfecto ahora, puede haber un mejoramiento. Pueden haber grandes mejoras en todas las áreas enumeradas anteriormente. Sí el mensaje del Reino se propaga en los corazones de las personas, la nación mejorará mucho durante esta era y se perfeccionará en la era por venir.


El Reino de Dios influye en la sociedad que nos rodea ahora. Este regirá la sociedad en el mundo venidero (Apocalipsis 11:15).


Cada nación tiene un destino. La nación modelo para ese destino es el Israel bíblico. A medida que las naciones ven an Israel como la nación modelo, entonces los propósitos de Dios para las naciones pueden ser liberados. Hubieron grandes promesas y bendiciones dadas a Abraham.


Quinta Parte: Transferencia de Bendicion


Las promesas de Dios son eternas. Esas promesas están disponibles para cualquier persona o nación a través de Yeshua. Esto es verdad hoy para Israel y para todas las naciones.


Gálatas 3:13-14 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los Gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”

Las bendiciones son para cada persona, familia, iglesia y nación. Que este sea un momento ordenado por Dios para liberar Su destino para las naciones Latinoamericanas -- a través de Yeshua, y a través de relaciones de pacto entre los Cristianos Latinoamericanos y los Judíos Mesiánicos Israelíes.


Nuestra fe se fortalece a través del acuerdo y el amor. Oremos por un correcto alineamiento que libere la sinergia divina. Rompamos cada maldición y proclamemos cada bendición. Que los propósitos del Reino de Dios vengan a todas estas naciones amadas.

 

Amados! queremos contarles más detalles de lo que vivimos en nuestra gira a Latinoamérica, puntualmente en la conferencia ICEA de Argentina.




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