top of page

Divino y Davídico

Writer's picture: Asher IntraterAsher Intrater

Updated: Jul 11, 2023


Creemos que Yeshúa (Jesús) es a la vez hombre y Dios. Una vez estaba meditando en Romanos 1, donde Yeshúa es descrito como Simiente de David (versículo 3) e Hijo de Dios (versículo 4). Sentí que el Espíritu Santo me preguntaba cuál era más importante. Le respondí: "Ser el Hijo de Dios". El Espíritu Santo dijo: "No". A lo que respondí sorprendido: "¡¿Que es hijo de David?!". Sentí que el Espíritu Santo volvía a decir: "No". Estaba perplejo. La solución vino de la apacible voz interior: "Que es las dos cosas a la vez".


Es por ser a la vez Dios y hombre que Yeshúa se convierte en la fuente de nuestra salvación. Él es Dios a imagen del hombre, y el hombre a imagen de Dios (Génesis 1:27). Es el juez divino que castiga nuestros pecados y el sustituto humano que los quita.


Hace algunos años, ambos lados de la cuestión fueron debatidos entre los líderes mesiánicos israelíes. Había un pequeño grupo de líderes que negaban la divinidad de Yeshúa; había otro pequeño grupo que negaba su humanidad. La gran mayoría de los pastores y ancianos se mantuvieron firmes en Su doble naturaleza.

En las escrituras del Nuevo Pacto hay un desarrollo en la comprensión de quién es Yeshúa. Comienza con lo davídico en el evangelio de Mateo y progresa hacia lo divino en el libro de Apocalipsis. Yo veo tres etapas:


  1. Yeshúa como rey de Israel – Evangelios sinópticos y Hechos.

  2. Yeshúa como cabeza de la Iglesia – Epístolas paulinas.

  3. Yeshúa como ángel de YHVH – Escritos de Juan.


El Nuevo Pacto comienza en Mateo con la genealogía de Yeshúa. Este capítulo es un puente que conecta los acontecimientos evangélicos con la historia bíblica del reino de Israel. El énfasis es que Yeshúa es hijo de David. [Nota: Por esta razón, la genealogía está dividida en períodos de 14 (versículos 17). En hebreo no hay vocales; por lo tanto, el equivalente de David se escribe: DVD. Cada letra tiene un valor numérico: D es 4; V es 6. El nombre de David equivale a 4-6-4, totalizando 14. El número 14 enfatiza que Yeshúa es hijo de David].


Dios dio el gobierno del planeta tierra a David (II Samuel 7:14-16, Salmo 89:29-30, Salmo 122:4-5, II Crónicas 13:8). Si no entendemos la naturaleza davídica de Yeshúa, nos quedamos sin el dominio sobre este planeta, la transformación de los reinos del mundo (Apocalipsis 11:15), la restauración del reino a Israel (Hechos 1:6) y la naturaleza literal del reino milenario. Por eso es tan importante la conexión con David.


Con cada etapa de la revelación de Yeshúa, hay una revelación correspondiente de nuestro destino en Él. La revelación de Yeshúa como rey de Israel le fue dada a Shimón (Pedro) en Mateo 16. Yeshúa le dice a Shimón que esta revelación no fue humana o natural, sino celestial y sobrenatural (versículo 17). Al mismo tiempo, Pedro recibe la autoridad espiritual de que todo lo que atara o desatara en la tierra se haría también en el cielo (versículos 18-19). Lo mismo es cierto hoy para cualquiera hoy que venga a la fe en la misma revelación que tuvo Shimón Pedro.


La revelación de Yeshúa como cabeza de la Iglesia le fue dada a Shaul (Pablo) en Efesios 1. Yeshúa ha ascendido al cielo sobre todas las potestades y principados (versículos 20-21). Shaul dice que este entendimiento le fue dado por revelación y ora para que nosotros tengamos la misma iluminación (versículos 17-18). Esa iluminación nos impartirá el mismo poder y autoridad que Yeshúa tiene, tanto en este mundo como en el mundo venidero. Estamos sentados con Él espiritualmente en el cielo (Efesios 2:6-7).


La revelación de Yeshúa como rey de Israel fue dada a Shimón (Pedro) y como cabeza de la iglesia a Shaúl (Pablo). Pero la revelación completa de Yeshúa como el ángel de YHVH y la manifestación de Dios en forma humana fue dada a Juan ( Yojanán). La revelación de Juan también conecta a Yeshúa con la Ley de Moisés y los Profetas Hebreos.


  1. É les la luz y la palabra de la creación: Juan 1 y Génesis 1

  2. Él el Ángel del Señor, cuyo dedo escribió los Diez Mandamientos: Juan 8:6 y Éxodo 31:18

  3. Él es el Dios-hombre que se apareció a Abraham: Juan 8:56 y Génesis 18

  4. Él es el Rey glorificado en el trono que se apareció a Isaías: Juan 12:41 y Isaías 6

  5. Él es el Hombre de fuego que se apareció a Daniel: Apocalipsis 1:13-15 y Daniel 10:5-6

  6. É les el Hombre en el trono sobre los querubines que se apareció a Ezequiel: Apocalipsis 3:21; 4:2-7; 5:6-8 y Ezequiel 1:4-12, 26

  7. Él es el comandante de los ejércitos de YHVH que se apareció a Josué: Apocalipsis 19:11-14 y Josué 5:13-15.


La primera etapa de nuestro destino se nos revela a través de Pedro en los evangelios; la segunda, a través de Pablo en las epístolas. La última etapa es a través de Juan. El libro del Apocalipsis es la revelación final (Apocalipsis 1:1).


Al meditar en la visión de Yeshúa en el libro de Apocalipsis, se produce un cambio en nosotros. A medida que comprendemos quién es Él realmente, comprendemos también quiénes somos nosotros en Él. Sus ojos son una llama de fuego. Lleva muchas coronas. Está vestido de blanco, con una banda de oro en Su pecho y una espada saliendo de Su boca. Sus cabellos son como la lana y su rostro brilla como el sol.


Cuando esa imagen ENTRA en ti, te hace diferente. Hay nuevo poder, pasión y pureza. La santidad quema la carnalidad y la mundanalidad. Vemos una perspectiva celestial del reino. Estamos preparados para Su venida. Tenemos una nueva habilidad para juzgar, gobernar y guerrear. Se nos imparte dominio y autoridad.


¡Que podamos ver tanto el aspecto davídico como el divino de Yeshúa! ¡Que Dios nos conceda el entendimiento de quién es Yeshúa como fue revelado a Pedro, Pablo y Juan! Y que seamos cambiados para ser como Él.





bottom of page