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La Fórmula de la Plenitud: El llamado de Dios a Israel y a las naciones unidas (parte 4)

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En la continuación de la serie de nuestra transmisión global sobre Romanos 9-11, Ariel nos recuerda que las enseñanzas de Pablo están repletas de citas del Tenaj (Antiguo Testamento). A menudo, la cita corta es sólo la punta de un iceberg de revelación por descubrir en el texto bíblico. Para enriquecer nuestro estudio bíblico, se nos anima a volver a ese texto y leer los versículos en su contexto original.


Esta semana, continuamos en la segunda mitad de Romanos 10. El Apóstol sigue recordándonos que, en medio de las grandes explicaciones teológicas sobre cómo se está cumpliendo la palabra de Dios a Israel y a las naciones de maneras inesperadas—pero profetizadas—cada palabra encuentra primero su cumplimiento en la predicación del Evangelio, el envío y el oír que Yeshúa de Nazaret es el SEÑOR y el Mesías.


En los versículos 13-18, Pablo expone los siguientes puntos:


  1. V. 18, basado en el Salmo 19: Todo el lenguaje de Dios, desde Su creación de los cielos y la tierra hacia adelante, está condensado en el mensaje evangélico de la vida, crucifixión, resurrección y ascensión de Yeshúa a la diestra del Padre.

  2. V. 14-15, basado en Isaías 52:7. La Buena Nueva (evangelion en griego; b'sorah en el hebreo de Isaías) ¡debe ser proclamada! Así como Dios habla con creatividad y decisión, nosotros como sus hijos, debemos ser oradores, predicadores, proclamadores del mensaje más poderoso y transformador del universo.

  3. V. 15, basado en Isaías 52:7. Este discurso, esta predicación requiere la voluntad de ser ENVIADOS. No debemos limitarnos a orar y esperar a que los oyentes vengan a nosotros. El Espíritu Santo nos guía constantemente a movernos con nuestros pies, por así decirlo (¡podría ser en línea o por teléfono!), para alcanzar a aquellos que necesitan oír el Evangelio.

  4. V. 17, con Gálatas 3:1-6, y Hechos 14:8-10. ¿Qué es el “oír de fe”? ¿Qué no es? Cuando el Evangelio se proclama con éxito, produce una respuesta en el oyente llamada “el oír de/con fe”. Esta es la fe sencilla que puede recibir el mensaje para sanación, liberación y salvación.


Nuestro mensaje es claro. Estamos llamados a proclamarlo. Somos enviados al mundo con él. Y su PODER regenera y trae vida, ¡incluso vida eterna!


VÉANLO hoy. ¡Proclamémoslo JUNTOS!

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