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En la Transmisión Global de esta semana, Ariel concluye su serie sobre Romanos 9, 10 y 11. Nos recuerda que Pablo deja claro que las Palabras de Dios a Israel, Jerusalén y al mundo entero se están cumpliendo de tres maneras:
Existe un remanente judío.
Este remanente se está uniendo con un remanente de cada tribu, lengua y nación.
Avanzamos juntos hacia la plenitud final de todas las cosas que culminará en la Segunda Venida de Yeshúa.
Las cartas de Pablo, y especialmente Romanos, están llenas de citas del Tanaj (Antiguo Testamento) que abren sus enseñanzas y piden ser exploradas. Por ejemplo, en Romanos 11:26-27, Pablo concluye su enseñanza sobre la "fórmula de la plenitud": la plenitud de los gentiles (naciones) trae la salvación de todo Israel. ¿Y la Escritura que elige para conectarlo todo? Isaías 59:20-21, ¡pero hay un giro! Pablo, de hecho, modifica ligeramente la profecía original, de dos maneras importantes. ¿Por qué lo hace? ¿Qué revela? ¿Cómo se relaciona esto con Zacarías 12:10?
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el Espíritu de gracia y de súplica; entonces mirarán a mí, a quien traspasaron. Sí, llorarán por Él como se llora por un hijo único, y se lamentarán por Él como se llora por un primogénito.
Los dones y el llamado de Dios a Israel son irrevocables (11:29). Mediante la misericordia que Dios ha mostrado a las naciones, Dios las usa para corresponder a la misericordia de Israel, para que Él pueda tener misericordia de todos nosotros (11:30-32). La respuesta definitiva de Pablo a esta increíble gracia es clamar en adoración:
¡Oh, profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! …Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas; a Él sea la gloria por los siglos. Amén. - Romanos 11:33, 36
