Congregación Cosecha de Asher en Acre, Israel | harvestofasher.org
Como una nación que ha estado bajo amenaza durante décadas, nuestros corazones como israelíes van con gran simpatía hacia los millones de ucranianos bajo el bombardeo de cohetes y la invasión armada. Muchos de los miembros de las congregaciones mesiánicas israelíes emigraron a Israel desde Ucrania y están observando lo que está ocurriendo con un dolor personal aún más profundo.
Somos demasiado jóvenes para recordarlo, pero el mundo ha visto antes una escena similar a esta devastación en Ucrania. Una guerra rusa en el sur de Ucrania hace unos 170 años costó cientos de miles de vidas. Oremos por una suspensión en las hostilidades esta vez. Oremos para que se haga la voluntad del Señor entre las naciones, y oremos para que las multitudes afligidas se vuelvan a Él, en humilde arrepentimiento.
Conflicto anterior
Curiosamente, ese conflicto anterior tenía una conexión directa con Tierra Santa. En 1853 estalló la guerra entre el imperio ruso y el otomano (apoyado por ingleses, franceses, sardos y austriacos). El principal campo de batalla fue la península de Crimea, en el actual y disputado sur de Ucrania. El trasfondo que condujo a la guerra fue el debilitado control del sultán otomano musulmán sobre las rutas marítimas, que los rusos habían conquistado, y las demandas territoriales en disputa. Además, otra causa directa fue la lucha por el control de los lugares cristianos en Tierra Santa. Los otomanos musulmanes oprimieron a los cristianos ortodoxos en la Iglesia del Santo Sepulcro y en Belén, lo que provocó conflictos entre católicos y ortodoxos.
El zar ruso exigió el derecho a participar en el conflicto de Tierra Santa para proteger a los cristianos ortodoxos. Exigió los derechos de ordenación del jefe de la iglesia ortodoxa, al igual que los católicos habían recibido por su relación con los franceses, y que las llaves de la Iglesia de la Natividad fueran devueltas a la iglesia ortodoxa.
En París, en 1856, la agotadora guerra terminó con la demanda de paz de Rusia. Rusia aceptó liberar el bloqueo naval sobre Besarabia (hoy llamada Moldavia) y renunció a la exigencia religiosa de ser guardián de las iglesias ortodoxas. [Entre 1877 y 1878 tuvo lugar otra guerra entre Rusia y los otomanos, tras la cual se llegó a un acuerdo por el que se creó el statu quo de la Iglesia del Santo Sepulcro, vigente hasta hoy].
Avancemos más de un siglo y medio... En 2014, la Rusia de Putin invadió la misma península de Crimea por mar; y en febrero de 2022 atacó a Ucrania, intentando recuperar la tierra y el pueblo que, según él reclama, pertenecen a Rusia.
Conexión con Israel
Debemos prestar atención a la posición de Israel en esta situación. Después de que Israel expresara públicamente su apoyo a Ucrania en el estallido de esta guerra, la delegación rusa en la ONU publicó, en respuesta, una condena a los planes de Israel en el Golán. El mensaje ruso decía:
"Nos preocupan los planes anunciados por Tel Aviv de ampliar los asentamiento en los Altos del Golán, que contradicen la Convención de Ginebra de 1949. Rusia no reconoce la soberanía de Israel en los Altos del Golán, que forman parte de Siria".
En octubre de 2021, Israel anunció planes para construir 7.000 viviendas en los Altos del Golán.
La guerra entre Rusia y Ucrania podría, por desgracia, tener repercusiones en Israel. Tengamos en cuenta que:
1) Hay fuerzas armadas rusas estacionadas en Siria.
2) En su anuncio, los rusos no reconocieron a Jerusalén, sino a Tel Aviv.
3) El parlamento israelí y los principales edificios gubernamentales están construidos en un terreno que pertenece a la Iglesia Ortodoxa, arrendado por 99 años desde 1951.
4) Incluso un pequeño problema en la Iglesia del Santo Sepulcro podría crear reacciones muy sensibles.
5) Rusia tiene fuertes acuerdos tanto con Siria como con Irán.
6) Según Rusia, el Golán no pertenece a Israel, sino a Siria.
Todo esto podría llevar a un escenario de los últimos tiempos.
En septiembre de 2018, un misil defensivo sirio derribó accidentalmente un avión militar ruso con soldados a bordo, después de haber sido apuntado hacia un avión de combate israelí, despertando la cólera del ejército ruso. Gracias a las relaciones de Putin con Netanyahu, la situación se calmó.
El actual gobierno de Israel tiene menos relación con Putin, lo que ha provocado tensiones con Rusia, que ha establecido estrechas relaciones con Irán y las demás potencias del norte. Como está escrito en Jeremías 1: "Desde el norte irrumpirá el mal".
