Hay profundas revelaciones en el libro de Job concernientes a la guerra espiritual, el misterio de la Iglesia (Ekklesia), el sufrimiento de Jesús (Yeshúa), etc. Su mensaje más básico, sin embargo, tiene que ver con lo que sucede cuando los justos sufren.
Aquí hay algunas lecciones para nosotros:
1. Cosas malas
A veces le pasan cosas malas a la gente buena.
2. No es su culpa
El sufrimiento que pasa la gente buena no es porque hayan pecado. No es su culpa.
3. Ataque de Satanás
La causa directa del sufrimiento de la gente buena es el ataque de las fuerzas demoníacas, quienes por sus malas intenciones, se han propuesto destruir a los justos.
4. Dios en el control
Pese a los ataques y el sufrimiento, Dios sigue estando en control sobre el panorama general y puede convertir todo a Sus propios propósitos. Eso quita parte de la presión.
5. Simplemente no sabemos
A menudo no sabemos y no podemos saber cuáles son las razones por las que las personas justas sufren. A pesar de la palabrería teológica y el misticismo profético, hay momentos en los que las razones son simplemente desconocidas. A veces damos vueltas y vueltas en nuestras mentes preguntando “¿Por qué?”. Eso es sólo una pérdida de tiempo y energía.
6. Pensamientos sombríos
Durante el periodo de sufrimiento, la persona a menudo lucha con pensamientos de incredulidad, depresión, frustración, incluso el suicidio- tendiendo a culpar a Dios, incluso cuando sabe que Dios no tiene la culpa. Viene con el territorio.
7. Sin amigos
Durante este tiempo los amigos no pueden ayudar. No hay buenos consejos. El consejo teológico de otros creyentes generalmente empeora la situación.
8. Levantarse
Cuando Dios finalmente se revela a sí mismo a Job, Él le dice, “Ahora ciñe como varón tus lomos” (Job 38:3; 40:7). Dios no da ninguna explicación ni muestra simpatía. Él nos llama a cortar la incredulidad, detener el hablar negativo y hacerle frente como socio del pacto. Esto puede sonar duro pero, en realidad, es tremendamente alentador. Incluso en las peores situaciones, como Abraham antes de la destrucción de Sodoma (Génesis 18), Moisés en el Mar Rojo (Éxodo 14:15) o David después del pecado del censo (2 de Samuel 24), Dios nos trata como socios del pacto con plena autoridad.
9. Doble bendición
Al final, por supuesto, Dios bendijo a Job con el doble de lo que tenía antes. Ese es Su propósito. Usted ha escuchado de la perseverancia de Job y ha visto el fin previsto por el Señor (Santiago 5:11). Así, Él hará por nosotros, si perseveramos con fe y paciencia hasta al final.
10. Bendiciones a los amigos
Con sus bendiciones restauradas Job también bendijo a sus amigos cercanos, incluso lo que habían sido desleales.