Tikkun Global
Jerusalem, Israel
La Navidad y la Janucá tiene un tema parecido de una luz que brilla en la oscuridad. El profeta Isaías dijo, (cap. 9, v. 2): El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos.
הָעָם֙ הַהֹלְכִ֣ים בַּחֹ֔שֶׁךְ רָא֖וּ א֣וֹר גָּד֑וֹל יֹשְׁבֵי֙ בְּאֶ֣רֶץ צַלְמָ֔וֶת א֖וֹר נָגַ֥הּ עֲלֵיהֶֽם׃
¿Y qué es esa luz? En realidad, no es un qué, sino un ¿quién?
Isaías 9:6 – Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
כִּי־יֶ֣לֶד יֻלַּד־לָ֗נוּ בֵּ֚ן נִתַּן־לָ֔נוּ וַתְּהִ֥י הַמִּשְׂרָ֖ה עַל־שִׁכְמ֑וֹ וַיִּקְרָ֨א שְׁמ֜וֹ פֶּ֠לֶא יוֹעֵץ֙ אֵ֣ל גִּבּ֔וֹר אֲבִיעַ֖ד שַׂר־שָׁלֽוֹם
El mundo se encuentra en tinieblas. Entonces va a nacer entre nosotros un niño divino, el rey mesiánico. Es la luz prometida. La luz es el niño. El niño es la luz.
Tanto Janucá como Navidad tienen lugar durante la estación cuando hay más número de horas nocturnas (en el hemisferio norte y en Oriente Medio). Simbólicamente, ese es el tiempo cuando brilla la luz.
La luz de ese Niño primero brilló en el mundo cuando el Espíritu de Dios vino sobre Miriam (María) después que el ángel Gabriel se le apareciera (Lucas cap. 1). El Nacimiento de Yeshúa fue bastante natural; lo milagroso fue la concepción. Ese fue el destello de luz viniendo al mundo.
Tanto la Janucá como el candelabro del Templo nos muestran que la luz de Dios a través del Mesías iba a alumbrar a todos los hombres y mujeres que le recibieran. No sólo recibirían la luz, se convertirían en luz que brillaría en el mundo.
El profeta Isaías continuó (cap. 60, v. 1-3): Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
ק֥וּמִי א֖וֹרִי כִּ֣י בָ֣א אוֹרֵ֑ךְ וּכְב֥וֹד יְהוָ֖ה עָלַ֥יִךְ זָרָֽח׃ 2כִּֽי־הִנֵּ֤ה הַחֹ֨שֶׁךְ֙ יְכַסֶּה־אֶ֔רֶץ וַעֲרָפֶ֖ל לְאֻמִּ֑ים וְעָלַ֨יִךְ֙ יִזְרַ֣ח יְהוָ֔ה וּכְבוֹד֖וֹ עָלַ֥יִךְ יֵרָאֶֽה׃ 3 וְהָלְכ֥וּ גוֹיִ֖ם לְאוֹרֵ֑ךְ וּמְלָכִ֖ים לְנֹ֥גַהּ זַרְחֵֽךְ
En el tiempo de gran oscuridad, la luz brillará sobre el pueblo de Israel y sobre todos los que sigan a su Rey, Yeshúa el Mesías.
Yeshúa (Jesús) es la luz del mundo (Juan 8:12). Esa luz brilla en la oscuridad (Juan 1:5). Da luz a todos los hombres (Juan 1:9). La palabra en hebreo que designa la vela que enciende la Menorá de Janucá es shamash; la palabra para sol es shemesh. (misma raíz: שמש) Yeshúa es tanto el shamash como el shemesh.
Levantémonos en este tiempo de oscuridad; y dejemos que la luz del amor de Dios brille a través de nosotros. Recordemos orar por Israel para que ande en justicia como nación, y por todas las comunidades cristianas a lo largo de Oriente Medio para que sean protegidas de cualquier daño. Que la luz del amor de Dios brille a través de todos nosotros.
Nota interesante: recientemente se expuso una escena de la natividad en el Vaticano, mostrando al niño Yeshúa envuelto en una kufiya palestina. El ministro israelí de Asuntos de la Diáspora, Amichai Shikli, condenó la apropiación de la natividad en una narrativa de propaganda palestina, diciendo: “Es un hecho bien conocido que Jesús nació de una madre judía, vivió como judío y murió como judío."
Aunque Shikli no es ciertamente un seguidor de Yeshúa, el reconocimiento de Yeshúa por un miembro del gabinete israelí es correcto históricamente y representa una tendencia positiva en la conciencia israelí de quién es Yeshúa.