Cómo construir comunidades de fe intencionales y relaciones duraderas
Ya en los últimos años sesenta, los sociólogos y analistas culturales predecían el resultado del individualismo de nuestra sociedad moderna, guiada corporativamente: relaciones efímeras. La gente estaría más y más sola al envejecer, provocando un “shock futuro.”
Los estudiantes en mi seminario de posgrado querían contrarrestar esto y edificar una “comunidad intencional” donde las personas se comprometieran a hacer realidad, juntos, una comunidad bíblica a largo plazo, excepto cuando el Espíritu genuinamente llamase a salir de ella. Hechos 2:42 era el ideal, que los seguidores de Yeshúa compartiesen vida, recursos y apoyo al más alto nivel; además de responsabilidad mutua para el crecimiento en rectitud y santidad.
Las experiencias personales en aquellos días reforzaron mis preocupaciones. Después de abandonar una iglesia carismática que se volvió herética, buscamos una comunidad de iglesia vibrante durante nuestro (Patty y yo) año de compromiso. La mayoría de los lugares que visitamos nos decepcionaron pero, finalmente, encontramos uno con buena alabanza. Yo estaba en mi último año de posgrado y viajaba todos los fines de semana para ver a Patty. Esperábamos construir relaciones allí, pero era muy difícil. Un día, en el boletín de anuncios de la iglesia leí que nos íbamos a reunir en grupos pequeños. Al salir del santuario, le dije al pastor lo entusiasmado que estaba pero me dijo que no era para construir relaciones a largo plazo, sino para tratar ¡un proyecto de construcción!
Una de las razones por las que entré en el ministerio, en lugar de hacerme profesor, era que quería construir la clase de comunidad que NO encontraba. En mi primer pastorado en Chicago, 1972-1977, ayudamos a construir una comunidad así. Después, cuando Patty y yo fuimos llamados a salir, fue doloroso. ¡La gente se había identificado con el mensaje de comunidad de pacto! Cuarenta y cinco de ellos vivían a poca distancia unos de otros y la comunión era maravillosa.
Sin embargo, Yeshúa promete que si dejamos a nuestras relaciones cercanas por causa del Reino, recibiremos más. Cuando fuimos llamados a trasladarnos al área de Washington DC, oramos que Dios trajera otros líderes que construyeran sus vidas juntos en el trabajo del Reino y que estas relaciones durasen toda la vida, pudiendo compartir abiertamente, con apoyo mutuo y responsabilidad.
¿Contestaría Dios esta oración? Lo hizo. Pronto encontramos un contingente de líderes comprometidos unos con otros y con el Reino de manera profunda y duradera. La gente venía explícitamente y decía que quería construir de esa manera. Los primeros fueron Asher Intrater (antes incluso de casarse) y Jerry y Jo Miller. Cuatro décadas después (!), un número significativo de líderes clave de aquellos tiempos, continúan en relaciones de compromiso y sirven juntos en Tikkun . Asher escribió sobre cómo funciona esto en su libro Covenant Relationships (Relaciones de Pacto). Ha sido asombroso. Y, por supuesto, muchos nuevos y queridos amigos se han unido en pacto con nosotros; algunos hace 30 años, otros hace 15 años y algunos recientemente.
El objetivo de las relaciones de pacto es apoyarse mutuamente. Se trata de trabajar en equipo con responsabilidad compartida y sumisión mutua. A veces el pacto es probado. A veces los desacuerdos son intensos, pero solucionamos las cosas, como en el matrimonio, no huimos. Estamos comprometidos con que el amor triunfe.
Hemos sido bendecidos en poder vivir un ejemplo de continuidad relacional en un mundo de relaciones efímeras. Muchos de nuestros líderes más jóvenes están siguiendo el mismo camino de relaciones de pacto.
Por la gracia de Dios, se puede hacer.
