Cada año, los judíos mesiánicos celebran la muerte y resurrección de Yeshua (Jesús) como parte de la Semana de Pascua. Enseñamos sobre la crucifixión en el Shabat justo antes de la Pascua, y la resurrección en el Shabat inmediatamente después.
La conexión entre la Pascua y la resurrección de Yeshua es profunda. En ambos eventos encontramos la expresión lifnot boker, que significa: "justo antes del amanecer".
Éxodo 14:27
Moisés extendió su brazo sobre el mar y, lifnot boker, el mar volvió en su fuerza y los egipcios huyeron.
Juan 20:1
El primer día de la semana, lifnot boker, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra del sepulcro había sido quitada.
Los israelitas salieron de Egipto en la noche de la Pascua y acamparon dos noches durante el viaje (desde Sukkot a Eitam a Pi Herut – Éxodo 13:20, 14:1). Dios abrió el mar durante esa segunda noche. En la mañana del tercer día, atravesaron el Mar Rojo y subieron al otro lado.
El Ángel YHVH estaba con ellos y los condujo a través del cruce. Los israelitas pasaron por el agua como un bautismo masivo y simbólico en grupo (I Corintios 10:1-2). Salir del mar fue una resurrección simbólica para ellos. Creemos que el Ángel YHVH en la columna de nube y fuego es Yeshua mismo en su forma previa a su nacimiento.
Después de la crucifixión de Yeshua, Su cuerpo fue colocado en la tumba. Su alma y su espíritu descendieron al infierno. Antes del amanecer del tercer día, destruyó las fuerzas del infierno y se levantó de nuevo en Su cuerpo. El momento en que salió de la tumba fue la misma hora del mismo día en que se levantó del Mar Rojo más de mil años antes.
Los dos eventos ocurrieron de la misma manera, en el mismo día y a la misma hora, porque están esencialmente conectados a los ojos de Dios. Están unidos en uno solo. Yeshua fue la figura central en ambos eventos. Miriam estaba allí, y Moisés estaba allí, pero la resurrección y el éxodo fueron llevados a cabo por Yeshua, el Hijo de Dios, el Mensajero de YHVH.
Uno de los elementos más significativos del tradicional Séder de Pascua es que en cada generación debemos vernos como si acabáramos de salir de Egipto. Asimismo, en la Nueva Alianza, todos debemos vernos como si hubiéramos sido crucificados y resucitados con Yeshua. El éxodo histórico de los hijos de Israel con el Ángel Jehovah es el fundamento del éxodo espiritual de todos los hijos de Dios a través del Mesías Yeshua.
El pasado, el presente y el futuro se superponen y se convierten en uno cuando vemos esta imagen profética de éxodo-resurrección desde el plan y la perspectiva eterna de Dios.