Nuestra fe en Dios es más que una filosofía; es un estilo de vida. Nuestra cosmovisión bíblica nos da una actitud confiada y optimista a pesar de las condiciones que nos rodean y que son cada vez peores.
Romanos 8:28 para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien.
Una de las hijas de una familia de nuestra congregación, que había dejado la fe, se molestó por los recientes ataques con cohetes y volvió su vida al Señor. Incluso las dificultades en el Medio Oriente son parte de un proceso largo y paciente de parte de Dios para ablandar los corazones de nuestro pueblo y crear fe y coraje moral dentro de nosotros.
Efesios 5:20 Dando siempre gracias por todo a Dios Padre 1 Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo
Dar gracias implica abrir nuestra boca para decir algo. En hebreo es la misma raíz que confesar o declarar. Damos gracias al Señor porque Él es bueno (Salmo 136:1-3). Esto incluye nuestras oraciones. Si oramos y creemos que recibimos (Marcos 11:23), entonces damos gracias mientras oramos. Si oramos sin dar gracias, entonces estamos orando sin creer que recibimos. Ese tipo de oración puede ser simplemente un ejercicio de preocupación y ansiedad, que no sirve de nada, y puede incluso empeorar la situación.
Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Por fe, podemos obedecer a Dios, estando seguros de que Él recompensa a los que procuran diligentemente hacer Su voluntad (Hebreos 11:6). Por lo tanto, podemos hacer cualquier cosa con una actitud positiva.
Filipenses 2:14 Hagan todas las cosas sin quejarse ni discutir.
Leímos este versículo en voz alta en una de nuestras reuniones de personal y bromeamos diciendo que sonaba como una inserción cristiana gentil en el texto. Parece que parte de nuestra cultura judía es quejarse y discutir por todo, es como nuestro "deporte nacional". ¿¡Es posible hacer las cosas sin quejarse!? - ¿¡Sin discutir!? Sí podemos, por fe.
Colosenses 3:23 Todo lo que hagáis, hacedlo de todo vuestro corazón, por causa del Señor y no por causa de los hombres.
Por la fe en Yeshua y el poder de Su crucifixión y resurrección, podemos hacer todas las cosas con entusiasmo y energía. Incluso cuando la situación es horrible y totalmente en contra de nuestra voluntad, como lo fue para Yeshua en Getsemaní, podemos orar para que no se haga nuestra voluntad, sino la Suya. Entonces Su voluntad se convierte en nuestra voluntad, y podemos hacerla con toda nuestra fuerza interior y enfoque.